Responsable: J.F. Mas, CIGA-UNAM
Inicio: Febrero 2012 - Abril 2017
Los cambios de cobertura/uso del suelo (CCUS), como uno de las principales fuerzas motrices del
cambio ambiental global, es un tema central en el debate sobre el desarrollo sostenible. Los
CCUS tienen un impacto sobre una amplia gama de atributos ambientales, incluyendo la calidad
de los recursos agua, suelo y aire, los procesos y funciones de los ecosistemas, el clima a
través de los flujos de gases de efecto invernadero y los efectos en el albedo de la superficie
terrestre afectando finalmente la capacidad de un territorio para soportar las necesidades
humanas (Lambin et al., 2001). Es notable que el colapso de civilizaciones del pasado ha sido a
menudo atribuido a problemas ambientales (erosión de los suelos por ejemplo) asociados con
estos cambios (Diamond, 2005). Mientras que, hace unos años, la mayoría de los estudios se
enfocaban en las conversiones de la cubierta terrestre (por ejemplo la deforestación o la
urbanización), los investigadores se han dado cuenta que procesos más sutiles que conducen a
una modificación de la cobertura terrestre merecen una mayor atención (por ejemplo la
degradación forestal) (Lambin et al., 2001; Houet et al., 2010; Pérez-Vega et al., 2012).
Las condiciones que favorecen los procesos de CCUS son complejos ya que dependen de
numerosos factores actuando algunos de forma directa otros de manera indirecta a diferentes escalas
espaciales y temporales e interactuando de forma compleja (Lambin, 1994). Esta compleja
interacción entre los actores, los procesos de cambio y los factores directos e indirectos, vuelve difícil
la identificación de causas de los cambios y las consecuencias de ciertas decisiones (por ejemplo
políticas públicas) o situaciones (aumento de la población, cambio en las condiciones de mercado,
cambio climático). En este ámbito, la modelación ha sido reconocida como una herramienta de alta
importancia para mejorar el entendimiento de la manera en la cual ocurren los CCUS, así como para
probar hipótesis sobre diferentes aspectos de los CCUS. Estos tipos de modelos pueden ser
utilizados para probar los posibles impactos de políticas públicas, tales como las que promueven el
manejo más sostenible de bosques y selvas (PROCYMAF, PSA, etc.), por ejemplo en el contexto de
nueva política sobre REDD+ (Reducing Emissions from Deforestation and Forest Degradation). Un
estudio que toma en cuenta escenarios contrastantes en las simulaciones de los comportamientos
potenciales de los CCUS permite identificar factores, actores y procesos de cambio, ayuda a entender
mejor la interacción de los diferentes componentes que determinan la configuración de las coberturas
y usos del suelo (CUS) y permite vislumbrar diferentes escenarios de cambios, incluso estos
provocados por nuevas políticas (Veldkamp y Lambin, 2001; Soares Filho et al., 2006).
En este proyecto, se desarrollaron diferentes modelos “espacialmente explícitos” para simular diferentes procesos de cambio: Procesos de deforestación a escala regional bajo diferentes escenarios de conservación (Modelo Ayuquila), identificación de los conductores y simulación de procesos de deforestación y degradación forestal a escala nacional (Modelo México), crecimiento periurbano (Modelo Morelia) y cambios en el paisaje precolombinos bajo diferentes escenarios de prácticas agrícolas y densidad poblacional (Modelo Calakmul).